Existen diferentes “tipos” de problemas de acuerdo a la estructura que presentan, a los requisitos necesarios para su solución o a los objetivos que persiguen.
Como ejemplo, podemos citar:
Problemas cerrados y abiertos, cuantitativos, cualitativos y pequeños problemas de investigación escolar.
Problemas cerrados y abiertos
Dependen del mayor o menor grado de intervención del alumno en la resolución del problema, y de las estrategias que utiliza.
Veamos el resumen de las distintas características que muestra la siguiente tabla presentada por Garret (1995).
Cerrados:
Puede hallarse su solución
Son objetivos
Sólo podemos hallar una respuesta correcta.
A veces hay un algoritmo apropiado que garantiza la respuesta.
Requiere un conocimiento específico de las técnicas o del tanteo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.